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lunes, 4 de enero de 2010

Año nuevo.

Bueno, sinceramente los balances de fin de año me parecen pelotudos. Uno no cambia el mimso dia que cambia un año, sino que es un proceso paulatino y a veces tan sutil que ni nos damos cuenta.Entonces, usar a la palabra "año" para resumir una serie de hechos me parece absurdo.
Para recalcar, la gente tiene períodos donde ocurren acontecimientos que te cambian, para bien o para mal, y esos procesos no hay modo alguno de delimitarlos de alguna manera.
Ahora paso a plasmar cómo fue el susodicho festejo familiar para mi.
A la mañana me fui a desayunar con Zeros a un bar por la chacarita que es una suerte de museo de fotografía, es un poco carero el lugar, pero tiene muy linda ambientación. La idea fue juntarse para pasar juntos el último día del año y poder decir "che gil, hasta el año que viene", bueno, la verdad que no, pero ¿Es necesario buscar alguna excusa para juntarte con alguien, ya sea novio, amigo, primo, o pez?
La cuestión es que post desayuno me volví a casa.
Dormí como un cachorrito y a eso 9 pm me fui a lo de mi hna. Cenamos, de una manera simple con el padre y la novia de mi cuñado, mi hna, el susodicho cuñado(algún día haré un post con los 1001 motivos por los cuales no lo paso ni con un bidón de 40 lts de agua), y el resto de mi familia, incluyendo a la perra, excluyendo al mishunitzen que pobre quedó solito en casa.
En fin, cenamos y brindamos.
Vi algunos festejos alrededor del mundo. Me sorprendió el de Japón, bastante inusual, cuando comience de nuevo las clases le voy a preguntar a mi sensei que representa susodicha ceremonia. Pero lo que voy a recalcar es ue el festejo en Argentina es una cagada, pero tampoco es para sorprenderse.
Bueno, a eso de las 2 am enfilé para lo de Zeros, dónde nos juntamos Muraki, Volko y Paulo. Como lo prometí lleve el señor vodka y el intento de postre que me quedó mal y seguramente sabe mal (no me animé a probarlo).
Bueno, fuimos a su terraza y boludeamos un buen rato, de alguna manera Zeros elogió mi vestimenta aunque yo no me sentía demasiado identificada con ella. De todos modos me hizo sentir bien saber que le soy atractiva.
Paulo y Volko se fueron y quedamos Muraki, Zeros y yo. Pelotudeamos un toque más en su terraza, buscamos buzos porque había refrescado y después terminamos en su depto jugando jueguitos viciantes y pelotudos en flash.
A eso de las 7 am llegué a mi casa.

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